Click here to copy URL
Spain Spain · Sevilla
Mario rating:
8
Drama Freddie Clegg isn't sure if he can carry out his plan for "her" until he stumbles across an isolated house for sale in the English countryside, the house he spots while he's butterfly collecting. The "her" is London based art student Miranda Grey, the plan to kidnap and hold her captive. Much like he loves his butterflies, Freddie loves Miranda, but from afar. In his mind, his love for her is based on respect for her as a person and not ... [+]
Language of the review:
  • es
August 31, 2009
7 of 8 users found this review helpful
Willian Wyler, nació en 1902 en el seno de una familia judía en la Alsacia francesa, por entonces perteneciente al imperio alemán. A los 21 años se nacionalizó en EEUU, donde realizó la mayor parte de su carrera. Autor de un montón de obras maestras entre las que destacan Desengaño, Brigada 21, Vacaciones en Roma, La gran prueba, Horizontes de grandeza y Ben-Hur por la que recibió en 1959 todos los Oscar (11), hecho insólito que, años más tarde, lograrían también Titanic (1997) y El señor de los Anillos (2003).
El coleccionista es una película muy distinta al resto de las de Wyler. Lleva el sello inglés. La huella de la ciudad. Como le pasa a las películas que ha rodado recientemente en Londres Woody Allen. Se trata de un drama psicológico, el rapto de una joven por un desequilibrado, tímido e introvertido empleado de banca. (Hechos reales similares se han producido en varias ocasiones en fechas muy recientes.)
Terence Stamp da muy bien la imagen del protagonista, entomólogo y coleccionista de mariposas, cuyos gestos, miradas y movimientos recuerdan a un autista. Un premio grande en las quinielas le permite comprar un caserón en las afueras de Londres, reformarlo y convertirlo en un lugar idóneo para coleccionar también chicas de las que se enamora a distancia. La película cuenta la historia del primer secuestro, su desarrollo y su final. Muy bien también Samantha Eggar, la estudiante de arte secuestrada.
Aunque apenas hay escenas de exteriores, salvo al comienzo cuando la chica es seguida por la furgoneta que conduce él, la película resuelve muy bien el ambiente teatral creado alrededor de los dos protagonistas encerrados en la casa. Es raro que no se haya hecho, al menos lo desconozco, una versión para el teatro. Vista cuarenta y cuatro años después de su estreno el film no ha perdido interés ni frescura. Hay que volver a verla, o hacerlo por primera vez. No se arrepentirán. El maestro Wyler sigue en forma. Y eso que nos dejó en 1981.
Mario
Did you find this review interesting and/or helpful?
arrow