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Spain Spain · Sevilla
Mario rating:
9
Western A band of brutal outlaws led by the bitter Pike Bishop (William Holden) is decimated when a railroad company ambush led by Pike's old pal Deke Thornton (Robert Ryan) turns into a bloodbath. Barely escaping, the six survivors head to Mexico with Thornton's cutthroat bounty hunters in hot pursuit. They get on the good side of a Huerta warlord named Mapache (Emilio Fernandez) by taking his commission to steal U.S. Army guns in a daring ... [+]
Language of the review:
  • es
June 1, 2012
5 of 5 users found this review helpful
Por estos descuidos o recelos que experimentamos a veces los aficionados al cine, no había visto Grupo salvaje, el western de Sam Peckinpah. Era como si le tuviera manía. Pero hace unos días me decidí a verla, confieso que sin demasiado interés. Me atrapó desde la primera escena en la que los niños juegan cruelmente a que las hormigas destrocen a dos escorpiones. Mientras, en la plaza del pueblo, se desarrolla un mitin de una puritana liga antialcohólica y se prepara el atraco al banco. Resultado: la he tenido que ver tres veces seguidas para salir de mi asombro. Violenta y tierna, cruel y noble, amarga y dulce, en la película se alternan las escenas más duras con las más líricas. Los sangrientos tiroteos se mezclan con las sencillas fiestas de la aldea. Hay una escena que sobrecoge: la despedida que los habitantes del pueblo de Ángel realizan al grupo. Van marchando muy despacio a caballo, entre los habitantes, mientras se oye una de las más bellas canciones populares mejicanas: “La golondrina”:

A dónde irá veloz y fatigada
la golondrina que de aquí se va
¡Oh, si en el viento, se hallará extraviada!
buscando abrigo y no lo encontrará.
Junto a mi pecho hallará su nido
en donde pueda la estación pasar
también yo estoy en la región perdida
¡oh, cielo santo! y sin poder volar.


Todos saben que no volverán a verse. Una mujer se acerca al caballo que monta Ernest Borgnine y le ofrece una rosa. Willian Holden, que marcha a su lado, le agradece el gesto con una tierna mirada. Otra mujer le regala un sombrero a otro componente del grupo y una tercera le da un beso en la frente a Miguel, el paisano. Es el adiós definitivo. Confieso que he visto la escena más de diez veces y me he emocionado en cada una de ellas. Les invito a que ustedes, si no la han visto, lo hagan pronto. Seguro que también se conmoverán. Sin duda se les encogerá el alma en algunos momentos y le brotarán las lágrimas en otros. Y seguroque la verán más de una vez.
Mario
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