A estas alturas parece que el subgénero "Posesiones/Exorcismos" está más que muerto. Que ya hay poco o nada que impacte. Que ya está todo hecho y dicho. Que "El exorcista" de William Friedkin con su icónica Regan es la que es, estando de más las demás. Que los nuevos filmes sobre «el tema» son un refrito que bebe de las decenas de películas ya realizadas no teniendo nada nuevo que aportar. Eso es lo que parece ¿verdad?. Y lo parece porque no contábamos con Guatemala. Porque pensábamos que lo único que daba son guatemaltecos. Pero no, queridos. Ensimismado me hallo. 38 minutos hace desde que terminé "Exorcismo documentado" y aún respiro entrecortado. Paso de mirar los espejos. Ahora mismo no me fío ni de mi sombra. Me he quedao loco.


Me centro. A ver. La peli tiene doscientos fotogramas que recuerdan un poco a todas las demás. Un pellizquito de "El exorcismo de Emily Rose"; un reflejo por aquí de "El último exorcismo"; un destello por allá de "Insidious". Incluso a veces reconoces de refilón algo que te suena a otras que nada tiene que ver con las posesiones; como un sonido ya oído antes en "La maldición (The grudge)" o inclusive un maquillaje inspirado en la buena de Samara Morgan. ¡Pero qué más da!. Mientras reconoces todas esas cosas estás luchando por deshacer el horroroso nudo que tienes agarrado en la garganta. Y es que "Exorcismo documentado" retuerce de tal manera tu sentido común que te deja como un niño asustado que corre llorando hacia los brazos de mamá.

Con esta peli me ha pasado algo por primera vez en una cinta de terror. Y me ha sucedido por partida doble. La primera a los 57 minutos de película. La paré. Le di a pausa y medité durante 30 segundos si seguir viéndola o abandonar. Hasta tal punto llegó el mal rollo. La segunda, cuando (y no destripo nada, tranquilos) llega la hora de la verdad; el exorcismo. Te sale un cartel a modo «aviso». Y hasta aquí puedo leer. Pero el cartel tiene telita; ahí queda dicho...
A esas alturas de la peli me toqué las pelotas y descubrí horrorizado que tenían el tamaño y textura de dos uvas pasas.

Esta película es terrorífica. Si la ves y al acabarla te dices a ti mismo que no te has asustado, quizás tendrías que plantearte probar otro tipo de emociones; el cine es imposible que ofrezca más.


Háganme un favor. En cuanto terminen de leer esta crítica mándenme un mensaje al buzón. Si han pasado un par de días y no he respondido... llamen al 061. Me habrá dado un patatús.