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JuanCádiz rating:
7
Drama. Romance In a small Tennessee town, two unlikely souls are about to be lured together at the sticky crossroads between rage and love. Found lying on the side of the road, beaten and nearly dead, is Rae (Christina Ricci), a 22-year-old who has developed a reputation around town for having an insatiable "itch" for sex. Her rescuer is Lazarus (Samuel L. Jackson), an ex-blues guitarist who has grown used to life’s relentless strains of trouble and ... [+]
Language of the review:
  • es
March 21, 2009
39 of 46 users found this review helpful
Aquellos que como yo, que desde siempre supieron apreciar la belleza de Ricci pese a su indiscreto frontispicio, en Black Snake Moan tienen una oportunidad única para reconocer abiertamente, que la nena, tiene/da/produce morbo. Y eso que su papel no debería ser el más indicado ya que no pinta nada bien; hace de guarrilla-yonki, que para completar el lote sufre los efectos de la gonorrea, ladillas, hongos y cualquier otra infección genital imaginable (datos ofrecido por los habitantes del pueblo). Pero cierto es que la niña desprende ese extraño y sucio erotismo durante la mayor parte de un film, que sin ser de los más aclamados, es una verdadera pena dejarlo escapar si es cierto que te gusta de verdad esto del cine.

Compartiendo protagonismo con Cris tenemos a Samuel L. Jackson. Actor que sea cual sea su papel siempre actuará bajo el mismo registro. Pero la verdad es que no nos debería de importar lo más mínimo lo repetitivo, ya que el tío le tiene cogida bien la medida a ese mismo personaje que muestra en todos sus trabajos. Yo desde luego lo disfruto.

Rae (Ricci) es una joven adicta al sexo (entre otras cosas), incapaz de pasar más de unas cuantas horas seguidas sin la práctica aunque su novio no esté presente. Esto la lleva a convertirse en la putita de todo un pueblo. Ahí entra en escena Lazarus (Jackson), encarnándose en el instrumento que usa el film para reformar a la chica. Eso sí, las clases las recibirá en pelotas y atada a una cadena. Con el morbo que dan las cadenas...

Por eso la película resulta descaradamente provocadora. Cumple aquello de: "Mira pero no toques, toca pero no pruebes, prueba pero no tragues". Está mal ser como eres... pero no cierres nunca las piernas, corazón.
JuanCádiz
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