Para empezar, debo reconocer que no soy precisamente un gran aficionado a las series... me cuesta muchísimo engancharme a una. Pero 'probé' Narcos y, valga el término, me volví un adicto y un devorador insaciable de capítulos. Técnicamente la serie es perfecta, la definiría como 'curradísima' en todos los sentidos.
Es muy entretenida y pretende explicar, de un modo ameno, cómo comenzó el macronegocio de la coca y todas sus derivadas, políticas, sociales y económicas, en la convulsa Colombia de aquella época. Quien no tenga ni puñetera idea del tema, le cogerá el tranquillo desde el minuto uno.
Las interpretaciones son estupendas sin excepción, aunque el acento brasileiro de Moura al principio me chirriaba enormemente; al final, acabas acostumbrándote y acaba por convertirse en un mero detalle.
No quiero enrollarme mucho, porque además parecería que mi crítica la ha escrito el propio director, ya que pocas pegas le veo a esta ambiciosa producción de Netflix. Ansío ya la segunda temporada.
Quien vea Narcos, no se arrepentirá. Seguro.