Como toda buena película esta se divide en dos partes muy identificables.

La primera mitad es increíblemente buena. Tiene uno de los comienzos más explosivos que haya visto en mucho tiempo, no pierde el tiempo en explicarnos con palabras cosas que vamos a ver más tarde, Whannell maneja con increíble soltura los movimientos y angulaciones de cámara en todo momento, lo que nos hace generar una tensión casi constante y no nos deja respirar.

La segunda mitad de la película la encuentro una auténtica pena. Deja de lado la tensión y el no mostrar, para utilizar más escenas de acción, desaparece la calma antes de la tormenta para ser todo un caos, casi en ciertos momentos injustificado, el ritmo más pausado de la historia se ve drásticamente acelerado y la utilización de los planos magistrales que nos estaba ofreciendo antes, desaparece casi por completo.

En definitiva la película nos ofrece buenas cosas, como efectos de sonido muy bien enlazados con la historia, grandísima utilización de movimientos y angulaciones de cámara, una gran actuación por parte de Elisabeth Moss y demás recursos que al fin y al cabo se ven algo eclipsados por un final de historia que no está para nada a la altura de lo que podría llegar a ser este film.