Cinta totalmente prescindible, con interpretaciones de bajo nivel; parte de una historia argumental bastante original y que pierde el interés por la mediocre interpretación de los actores. Cabe destacar algunas escenas eróticas y aquellas en las que se realizan las transmutaciones a la bestia (sobre todo la que tiene lugar al final en la sala de conciertos). De las pocas escenas que destacaría está aquella en la que el padre de uno de los protagonistas es abducido dentro de un altavoz por un monstruo viscoso y deleznable.
En cuanto a los efectos especiales tienen algo de mérito para la época ya que se contaban con pocos medios.