Segunda colaboración de Liam Neeson con el director catalán Jaume Collet-Serra, y otra tercera que está en camino, prevista para 2015, sin duda alguna, el actor norirlandés, se ha convertido en el actor fetiche de este director catalán.
En esta película, Liam hace su típico papel, para el cuál parece haber nacido. El clásico cliché de buen Policía atormentado y destrozado por su pasado, que lo único que quiere es poder olvidar y seguir con su existencia.
Pronto se ve metido en un problema de tres pares de narices cuando todo apunta en su contra, en un supuesto secuestro en un avión, que él mismo es el encargado de proteger.
El desenlace de la película, es sin duda lo más destacado de todo el film, el resto un poco aburridilla.Ese giro de guión final, eleva mi nota un par de puntitos.