Una pintura en movimiento, Kubrick logra crear una película donde cada escena, cada fotograma es perfecto. Barry Lyndon es un film ambientado de manera excepcional en el siglo XVIII, es sin duda alguna una escuela.

Cada movimiento, cada frase, cada elegancia, todo está sutilmente representado, el que no logre ver la calidad de esta película, simplemente tiene algún problema, no se puede obviar un trabajo tan meticuloso

La historia es extraordinaria, la vida y obra de un simple individuo irlandés, al que la vida, y la culpa por un amor fallido, termina dando vueltas por Europa, siempre con el afán de convertirse en un noble y leal caballero, alguien con un título.

Así vemos, en las casi tres horas de metraje, entrar y salir una gran cantidad de personajes, todos con sus rasgos característicos específicos, con todo y este desfile de personajes, el film nunca pierde sentido ni mucho menos ritmo.

No le encuentro un punto bajo a esta obra, un narrador sirve para presentarnos momentos de la trama (incluso en cierto momento nos cuenta el final), la música es simplemente hermosa y formidable, las actuaciones esplendidas, la dirección soberbia.

El perfeccionista de Kubrick consigue una obra perfecta (no la única en su filmografía), una película reflejo de una sociedad del pasado, que sin duda alguna funciona para conocer sobre una época tan alejada en el tiempo.

No puedo terminar mi comentario sin antes decir que Stanley Kubrick es el mejor realizador en la complicada labor de pasar novelas a películas, si no me creen, a ver su filmografía.