Película centrada en la carrera criminal de Frank Abagnale Jr. (Leonardo DiCaprio), un adolescente que escapó de su casa a los dieciséis años luego del inminente divorcio de sus padres y de tener que elegir con quien quedarse. Es así como a puro ingenio debe ver como subsistir, inventando en el camino varias identidades, como copiloto de avión, doctor o abogado, para estafar diferentes bancos estatales con cheques falsos. Pronto el agente Carl Hanratty (Tom Hanks) empieza a seguirle la pista.

Basada en la autobiografía homónima escrita entre Abagnale y Stan Redding, el guion fue escrito por Jeff Nathanson, la dirección de Steven Spielberg, musicalizada por John Williams y con fotografía de Janusz Kaminski. Con recurrentes saltos temporales (que no aportan mayor cosa a la propuesta) la película mezcla los géneros de comedia y policial de muy buena forma, con una narración solvente y fluida que la hace una propuesta muy agradable, en donde sin duda los mejores momentos radican en ver como el protagonista se las ingenia para salir avante ante cada situación.

A pesar de esta fluidez y solvencia, como es recurrente en el cine de este realizador, peca en lo excesivo que vuelve el metraje (2 horas 20 minutos), que fácilmente se pudieron reducir, además del sentimentalismo, aunque he de decir que en este trabajo este aspecto no resulta ser tan pesado. Se está ante un trabajo liviano, que sirve para entretener y que se podría decir tiene como lección la redención de su personaje respecto a sus acciones.