Película apocalíptica de las que hace felices a los fans del género.

El punto de partida es un mundo que está hecho polvo en un futuro demasiado cercano, y para el que la solución es Elysium, siempre que seas de la clase "pudiente" (literal en la traducción que aparece).

Matt Damon es Max, un hombre que ha crecido en una tierra devastada desde la que todos ven Elysium, cerca pero lejos. Tal vez hace un poco de daño comprobar que casi todos los actores que han escogido para representar a los no elegidos, los que no pueden ir al paraíso, sean simplemente minorías étnicas, pero salvando eso el guión es muy bueno.

La película entretiene de verdad, es muy visual y la BSO es muy buena. A todo esto le añadimos el mensaje en forma de crítica social que nos suena de Distrito 9 y nos hace pensar un poco en cómo estamos haciendo las cosas.

Las historias de amor en cintas de este tipo a veces molestan más que ayudan, pero se trata esta vez de forma correcta y no llega a empalagar. Es trepidante, y conforme avanza no puedes parar de pensar en cómo van a solucionar el lío y no hay forma de adivinarlo, así que no es nada previsible.

Volvería a verla, es de lo mejor de acción-ci-fi que han hecho últimamente, los efectos especiales están tan conseguido que te crees que Elysium existe.