Creo que no estaría de más comentar que cuando puse "Juego peligroso" en el reproductor de DVD, lo hice con la intención de ver la película homónima de Abel Ferrara, de 1993, protagonizada por Harvey Keitel y Madonna. Pero hete aquí que a los pocos segundos de metraje comienzo a sospechar que algo falla, confirmado definitivamente con la aparición de los títulos de crédito y de los actores principales. "Esta no es la película de Ferrara", me dije. Pero mi vena cinéfaga salió a relucir en ese preciso instante (y especialmente mi vena de vaguería redomada, para qué negarlo) y me dije: "Bueno, estoy tumbado y, dicho sea de paso, bastante a gusto. No tengo ganas de levantarme y de cambiar el DVD, así que démosle una oportunidad y veamos de qué trata"... Y eso es lo que hice. Y al final de la tragué enterita.

"Juego peligroso" es el típico thriller ligero y fácil de digerir que consigue engancharte por su más que correcta realización y su solvente historia. Ésta se centra en el personaje de Gloria Mundy, una bibliotecaria que acaba de divorciarse y que sin saber muy bien cómo se ve inmersa de lleno en un secreto complot que tiene por objetivo cometer un magnicidio de enormes proporciones. Desde ese momento, Gloria será perseguida por toda suerte de individuos de los que logrará escapar con la ayuda de Tony Carlson, el detective encargado de protegerla.

Típica y tópica historia, para qué negarlo, pero del mismo modo creo que no puede negarse la corrección más absoluta de la propuesta. El ritmo narrativo del guión (obra de Colin Higgins, quien también ejerce de director) es envidiable, y la tensión va renovándose continuamente de modo que apenas hay un solo momento para el aburrimiento. Teniendo en cuenta que el filme dura casi dos horas creo que es un punto muy importante a su favor. La dirección de Higgins, sin destacar en ningún momento, es altamente competente.