La historia está narrada con gran fluidez por un más que competente Arthur Penn. Sin un enorme despliegue de medios logra recrear unas atmósferas de lo más evocadoras. No puedo resistirme a comentar la primera escena de la película. Me parece uno de los momentos más aterradores jamás vistos en pantalla. El rostro de Inga Swenson al descubrir que su hija no la oye ni la ve logra transmitirnos todo un abanico de emociones que van desde la impotencia al más puro terror. Y la entrada en escena de Victor Jory no hace sino aumentar la tensión. Un momento estremecedor como pocos, a la altura del que para mí es el momento cumbre del filme: la larga escena en que Helen se niega a comer y Ana Sullivan tiene que obligarla por la fuerza. La tensión se masca en el ambiente. Increíble. Una de esas escenas que merecen ser revisionadas una y otra vez. Una lección de dirección y puesta en escena por parte de un gran Arthur Penn.

Pero creo que existen ciertos aspectos no tan redondos en la película. En primer lugar, el personaje de Jimmy (el otro hijo del matrimonio, no el hermano de Ana) sobra por completo. Apenas aporta nada a la historia. Creo que podría haberse redimensionado con facilidad y dotarle de mayor empaque en la trama, pero en más de una ocasión se queda a medio camino y uno no sabe muy bien qué narices pinta.

Por otro lado, pienso que la historia se vuelve en ciertos momentos un tanto reiterativa. Y nos muestra lo mismo una y otra vez. En este caso no es tanto un problema de la historia como del tempo narrativo. La historia tiene que ser reiterativa, pues Helen es obstinada y se revela en cuanto tiene ocasión, pero pienso que podría haberse mostrado de igual manera sin necesidad de una repetición visual tan presente, que llega a ser un tanto cargante.

En cualquier caso no quiero dejar de señalar que simplemente son objeciones menores. Nos encontramos ante una mayúscula obra, con una enorme carga emotiva, y que afortunadamente tiene un final feliz, con esa secuencia maravillosa que termina con Helen diciendo "Gua... Gua..."” como muestra de que por fin ha entendido lo que Ana Sullivan le llevaba intentado decir durante todo la historia. De haber tenido un final triste, en verdad me habría quedado totalmente demolido. Una gozada de película. Altamente recomendable para todo el mundo, independientemente de su edad.