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Isaac Paskual rating:
5
Action. Thriller After the British Prime Minister has passed away under mysterious circumstances, all leaders of the Western world must attend his funeral. But what starts out as the most protected event on earth, turns into a deadly plot to kill the world's most powerful leaders and unleash a terrifying vision of the future. The President of the United States, his formidable secret service head and the secret agent Mike Benning are the only people that have any hope of stopping it. [+]
Language of the review:
  • es
February 10, 2020
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Tres años después de salvar al presidente de los EEUU, el intrépido Mike Banning vuelve para, redoble de tambores y salvas militares de esas de entierro importante: ¡salvar al mismo presidente! Para qué iba a volver si no, claro. ¿Montar una food truck?... ¿Matar él mismo al presidente ya que, si no es así, nadie lo hará?... (nota mental para el futuro de la saga: plot twist en el que Mike mata al presidente por puro hartazgo) Visto lo visto, yo me replantearía seriamente lo de presentarme a la reelección. La reelección como guardaespaldas de ese presidente, claro. Es que ni Donald Trump es tan odiado. Ese «delete» final de Banning al término de "Objetivo: Londres" le va a doler toda la vida, ya lo veréis.
No podemos negar que el tráiler de "Objetivo: Londres" prometía infinitamente más de lo que luego entrega la propia "Objetivo: Londres". Un avance que incluso aventuraba a subsanar ese grosero error de tono que condenó a "Objetivo: la Casa Blanca" (Antoine Fuqua, 2013). Pero al final mi gozo en un pozo, todo se queda en promesas. Aunque no por ello la obra renuncia a ser un relativamente efectivo actioner para el devoto poco exigente.
"Objetivo: Londres" sigue tomándose demasiado en serio a sí misma. Solo que ahora, la aún más exagerada, loca y destructiva trama de esta secuela se prestaba aún más de maravillas a desprenderse definitivamente de esa falsa careta.
La ausencia de Antoine Fuqua en la realización se nota horrores, Babak Najafi no da la talla. Igual el descenso en el presupuesto también juega papel importante en todo lo anterior, que se yo. Y si el villano en "Objetivo: la Casa Blanca" resultaba poco carismático, en "Objetivo: Londres" ya directamente se queda en nada.
Todas esas cosas al final hacen que esta secuela habite un escalón, como poco, por debajo de su predecesora. Aunque una cosa. Toda esa parte inicial de "Objetivo: Londres" en la que van liquidando a diferentes lideres mundiales, es oro puro. Y con más mala baba de la que aparenta. El primer ministro italiano, en lo alto de un monumento enamorando a una muchacha (otro monumento) notablemente más joven, ¿qué estarán queriendo decir?… O la líder alemana, una cincuentona rubia, robusta y con cara de pocos amigos. El líder español, por descontado, desaparecido. Dichosos guionistas, ¡qué les aumenten el sueldo!
Isaac Paskual
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