Tras la infravalorada "Caníbal" (2013), Manuel Martín Cuenca vuelve a la carga con "El autor". Cinta que adapta la novela «El móvil», el debut literario del escritor Javier Cercas, y en la que el realizador sigue especializándose en personajes extremos. Una portentosa obra que, además, me ha terminado resultando, para bien, la secuela no oficial de "Mientras duermes" (Jaume Balagueró, 2011). Por cierto, y aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid. En su momento entendí entre poco y nada el triunfo en los Goya de "La librería" (Isabel Coixet, 2017). Aunque en el fondo era una opinión orquestada sin haber visto "El autor", una de sus rivales. Ahora, tras ver esta brillante cinta que me ha embelesado por completo, lo entiendo aún menos todavía.
"El autor" es un intrincado thriller psicológico, un poco a lo Denis Villeneuve u François Ozon, pero con un pérfido, gratificante y carismático toque de comedia negra negrísima, y con una especie de cine social sobrevolando el asunto. Todo ello con un inmenso Javier Gutiérrez que comanda la mayor reunión de joputas por metro cuadrado dada recientemente en una película. No pienso negar que, en ocasiones, a un film tan sudoroso como este le sobran ciertas concesiones a la preciosidad vacía. Pero bueno, pelillos a la mar.
En fin, "El autor" pasa directamente a ser de mis películas españolas predilectas del siglo XXI.