Gran película de animación y la segunda de una saga en la que Dreamworks demuestra que hay vida más allá de Shrek. Nos ofrece un impresionante espectáculo visual con escenarios fantásticos que casi parecen emular a la perfección paisajes de una película de imagen real. Además, tanto humanos como criaturas se encuentran muy detallados y con movimientos ágiles y cuidados. Por tanto ya ofrece de entrada un avance considerable en la exposición de su imagen situándose por delante de otras cintas del género.

Al margen de esa puesta en escena, el guión se encuentra bien trabajado con elementos y sorpresas que añaden más tensión e impacto en la historia. Al mismo tiempo que separa en su desarrollo acciones y desventuras de unos personajes y otros ofreciendo un estructurado argumento y construyendo una película muy atractiva tanto para grandes como pequeños. Sobre todo huyendo de algunos típicos clichés y mucho más original que las cintas de animación que últimamente se están proyectando y que aportan poco. Esta será sin duda la mejor obra para todos los públicos del verano 2014. Y la mejor animación del año.