Casi voy a repetir lo que ya comenté en su anterior postal Vicky Cristina. Turismo intrascendente, pedante, con una música sorprendentemente pobre y sin chispa de gracia. No sé si la mano de Roures influye en ello.
Uno lee las críticas y observa que este hombre vive del ayer (desde "Match Point" es casi la pura nada. Si cualquier otro director hubiera hecho estas naderías hubiera sido apaleado). Los críticos lo siguen adorando por su magnífico pasado de hace más de 10 años, por su rechazo del público norteamericano y su devoción por la "diferencia" europea. Es suficiente para no leer una crítica mala desde hace mucho, independientemente de la película. La disculpa es algo así como "lleva el sello Allen", aunque de forma menor "persiste ese humor inteligente",... Excusas para negar que películas como ésta son aburridas, intrascendentes, con un guión que no invita ni a la sonrisa y parece hecho con desgana (retoma una idea brillante bien explotada en "La rosa púrpura del Cairo") y actores que no están en estado de gracia. Hay situaciones tan previsibles, tan mal hiladas que producen sonrojo incluso en una historia imaginativa como la presente.
Leyendo a los críticos uno comprende por qué el cine europeo no llena las salas de forma masiva. Y eso que ésta ha contando en cierta medida con la devoción de los norteamericanos.