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Ford Farleine rating:
6
Sci-Fi. Action After Omni Consumer Products (OCP) announced that it bought out the Detroit police department, the department decides to go on strike. Alex Murphy, gets transferred from Metro South to the West. He and his partner, Anne Lewis, track down a group of criminals led by Clarence Boddicker. Unfortunately, Murphy was killed by Clarence's gang. Bob Morton, one of OCP's employees, transforms Murphy's corpse into Robocop, to compete with another ... [+]
Language of the review:
  • es
October 25, 2012
3 of 4 users found this review helpful
Es un clásico del cine de acción ochentero (o de principios de los noventa) que en próximas fechas verá que (cómo no) va a ser carne de remake. Vista ahora resulta un poco cutre, es obvio. Los efectos especiales han envejecido fatal y hay escenas que resultan ahora grotescas, pero en su tiempo fue la caña de España.
¿Y por qué? Pues por varios motivos. En primer lugar se trata de una película de acción muy entretenida, mucho. Y no solamente es que se trate de un divertimento puro ya que, como casi en todas las películas de Verhoeven hay una lectura más profunda. Se nos presenta un futuro no muy acogedor en las corporaciones privadas se están adueñando de los poderes públicos, en este caso se está intentando la privatización de la policía de la ciudad de Detroit. En un tiempo como el actual en el que los gobiernos se ponen en manos de mercenarios, de empresas privadas, a la hora de llevar a cabo una guerra, es muy pertinente una reflexión de este estilo que vino hace ya casi treinta años. Invita a la reflexión sobre la esencia del ser humano, de su alma, lo que pervive en nosotros, dónde está la frontera entre lo humano y lo que no lo es y qué es lo que esencialmente nos hace humano; por otro lado nos enfrenta al dilema tantas veces presentado de lo natural frente a lo artificial; de lo natural y de lo artificial; la diferencia entre el hombre y la máquina; el capitalismo como medio de vida que aliena al hombre; el ensalzamiento de la tecnología; la delincuencia. Hombre, no se me entienda mal, no es Shakespeare, pero invita a alguna reflexión que otra.
Lo que no se puede negar de la película es violenta de narices. No me explico cómo nuestros padres nos dejaban ver tiroteos que amputan brazos de cuajo, sangre a borbotones, tíos que se derriten en ácido, o personas que mueren por una explosión tras pegarle un par de tiros en las piernas. ¡Y nosotros flipando!
Conoció dos secuelas: una mala y la otra peor.
Ford Farleine
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