Una de las grandes comedias tapadas en la historia fílmica y también una de las obras menos conocidas del laureado director Roman Polanski en la que es, sobre el papel, la única comedia de su carrera.

Polanski crea un divertido mundo en el que homenajea-parodia al género vampírico y de terror; sobretodo al terror que se vivió en esa década de los 60 y en la de los cincuenta, gracias a la importancia visual que recibe el color. Una cinta que cosecha grandes gags y personajes entrañables, huyendo del humor fácil y demostrando el ingenioso y extraño humor que rebosa el director polaco, con un inolvidable baile en la parte final.

Sin duda una de las comedias a reivindicar además de tener el añadido de ser la cinta en la que Roman Polanski conoció a su primera mujer, Sharon Tate, asesinada dos años después por Charles Manson y sus satánicos seguidores.