Llega en este último mes del año la historia que inspiró la imprescindible obra Moby Dick con peligros en alta mar, tecnología 3-D y firmada por Ron Howard.

Howard consigue con la tecnología 3-D algún inmersivo plano más que eficaz pero el conjunto no promueve emoción ni pasión firmando una aventura en los mares que no sabe aportar la dureza de la vida marinera como otros clásicos han logrado y dentro de una factura impecable y académica.

Lo que si logra Howard es reunir a un estupendo reparto masculino, en el que Hemsworth da la talla como fuerte líder pero ninguna interpretación de este sólido reparto destaca dentro de su conjunto, más allá del buen talento que demuestran Gleeson y Wishaw meramente conversando en una mesa.

Howard busca frimar una aventura clásica que rinde en su apartado visual y en su producción pero no emociona al espectador con esta dura expedición, siendo un filme poco mayúsculo dentro de la dura temporada de premios que ya nos acontece.

El Crítico Inquilino (elcriticoinquilino.wordpress.com)