En este mundo donde se endurece el corazón, que bálsamo es ver una película de Capra. Como siempre, la sociedad y los buenos sentimientos de la gente es la masa del pan con la que trabaja Frank Capra. Pero no es este el fondo de la cuestión. Creo que es una de las películas con la que más te ríes en posteriores visionados; y desde que empieza hasta que termina, estás riéndote o llorando.
El maestro demuestra que era un grandioso director; con un guión ensamblado magistralmente, con unos diálogos geniales, y muy graciosos, con un ritmo de película casi vertiginoso, (aunque nada que ver con "El mundo está loco, loco, loco", la película mas vertiginosa de la historia del cine), y con un final que al que no se le cae una lagrima igual tiene un problema.
La película es muy teatral, pero tremendamente cinematográfica. Con continuos primeros planos, las escenas están coordinadas perfectamente, con unos decorados que son igual o más importantes que el resto del conjunto.
Glenn Ford hace un papel genial, donde se ve que era muy apto para la comedía, yo con el no paré de descojonarme. Y los secundarios que le rodean son igual de geniales, sin desentonar nadie en ningún momento.
Con cantidad de escenas que no paras de reírte, sobre todo en todas las situaciones que se van sumergiendo los mafiosos, (la espera a la hija de Anny en el puerto; cuando los enseñan a ser unas gentes de la alta sociedad a toda una plebe de matones y prostitutas; y la escena de la pelea de la pareja en el dormitorio; o la escena que Anny se desmaya). Hay tantas escenas buenísimas que se podría escribir un libro.

Obra Maestra total y absoluta.