Es inevitable llevarla a la actualidad e imaginarse a los "Matamoros", "Lydia Lozano", "Kiko Hernández" y demás calaña de Mediapro, quienes juegan a ser periodistas y únicamente son, al igual que Tony Curtis en esta obra, manipuladores de historias y personas. Ellos demuestran cómo con sus maquiavélicas invenciones son capaces de llevar su ambición a límites insospechados, sin importarles hundir la reputación o traicionar a sus amigos. Presumo que la novela de Ernest Lehman debe de estar entre sus libros de cabecera (por cierto, de la pluma de Lehman también salió "Sonrisas y lágrimas", "West Side Story" o "Con la muerte en los talones").

Respecto al elenco femenino, están más bien "flojitas", a destacar (en lo negativo) a Susan Hunseker (Susan Harrison), hermana del columnista JJ Hunseker (Burt Lancaster). Aquí las interpretaciones ganadoras son las masculinas lideradas por un espléndido Tony Curtis. Lancaster resulta por momentos impávido, pero sabe interpretar el poderoso periodista al que leen 60 millones de americanos cada mañana. Su papel está inspirado en el del columnista Walter Winchel, considerado el inventor de la columna de "Sociedad actual" y uno de los principales colaboradores del "macartismo" (cuya caza de brujas tanto daño hizo a actores y directores, entre otros, a Chaplin).

En fin, la recordaré como una de mis películas de cine negro clásico favoritas.