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Spain Spain · burgos
Gepeto rating:
10
Sci-Fi. Drama. Mystery The setting is an unnamed country in an unforeseen postapocalyptic future. A meteorite has landed, and its impact has created a mysterious phenomenon known as the Zone, within which resides a sinister room said to grant humanity’s deepest desires. Only Stalkers are able to enter the Zone, bringing intrepid citizens to test their strength and desires against the Zone’s enigmatic treacheries. The film follows one such Stalker (Alexander ... [+]
Language of the review:
  • es
September 17, 2013
6 of 12 users found this review helpful
Como Bunuel, Tarkovsky tiene un lenguaje único. A ver quien me dice un tercero. Petición.

No tengo claro que esto sea una película. Lo digo porque la sensación que he tenido no ha sido la de una experiencia audiovisual, ha sido mas bien algo así como leer imágenes. Otra cosa es lo que haya podido entender. Cuidado, en algunos casos esa no es la pregunta adecuada. No creo que Tarkovsky trate de explicar algo. Me da que no van por ahí los tiros. De hecho creo que ni siquiera se propone contar algo.

Para mi esto no es cine. Es prosa. El paisaje es prosa, las paredes son prosa, las personas son prosa. Eso no son imágenes, es otra cosa que se ve leyendo. Y tampoco es un gerogrífico. No significa nada. Nada salvo leer vacío.

Eso de las decisiones, el libre albedrio, la determinación, la aceptación, la mortalidad y tantas cosas más son un vacío total. Están ahí como niebla, borrosas. No cuentan. El aprendizaje de la vida es nulo. El poder otorga la nulidad. Mejor dicho, el hipotético poder implica la nulidad total del mismo, por eso es hipotético. Toda la ¿película? tiende a lo trascendente pero se escapa justo antes de formarse. Leemos un bucle. Puede que Tarkovsky trate de hacer desaparecer lo filmado, y casi lo consigue. Casi consigue hacer la película que desaparece cuando la ves. O sin casi. Con lo cual para disfrutar esta cosa no quede más remedio que no verla. Yo ya no puedo. Antes de verla existía mogollón, la tenía pendiente, tenía forma y objetivo. Ahora ya no puedo hacer nada. Y si intentas verla otro par de veces como yo te va a dar igual.

Pero habemus que decir que en blanco y negro sí existe. La mujer existe. Mientras nosotros vamos de excursión haciendo el capullo la mujer existe. La mujer siempre existe. Eso no lo quiere hacer desaparecer porque sabe que eso sí existe. Bravo Andrei. Ahí, en blanco y negro aparece la carne y el hueso. Lo que somos de verdad. Mejor dicho, l@s que son de verdad.
Gepeto
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