Andrés Muschietti sabe que el recurso a explotar son los kryptonianos, los murciélagos multimillonarios y los alivios cómicos convertidos en protagonistas (de la ficción, no de la promoción) en un guirigay de chufla espaciotemporal tan evasivo entreteniendo como, literalmente, evadiendo lo que le conviene de 'Flashpoint', punto de partida argumental aprovechado -aún más libremente que aquí- al servicio de Grant Gustin en el último Flash televisivo. Por su parte Ezra Miller se desdobla en dos Barry Allen: el que homenajea a Eric Stol... ejem, a Michael J. Fox/Marty McFly, y el que homenajea a Ted Logan/Keanu Reeves.
El más explosivo, circense, divertido y estimulante de cuantos epílogos restan al reinicio de James Gunn al universo -o multi- inflado de regresos inesperados (unos más que otros) y fichajes sorprendentes que sólo están de paso... desgraciadamente: Sasha Calle como la réplica de su primo Kal en el material de partida gestado por Geoff Johns & Andy Kubert.
Lo dicho, y ciñéndonos tanto a las palabras de un viejo Mr. Wayne como al que conocimos hace exactamente treinta y cuatro veranos:
"¿Quieres que hagamos locuras??
¡Pues hagamos locuras!"