Alguien debería aconsejar a Jim Carrey que salga corriendo todo lo lejos posible de este tipo de producciones que parecen más una comedia familiar de sobremesa donde Disney ha metido mano, que una comedia desenfadada de las que Carrey ha hecho tantas y donde realmente se desenvuelve con acierto. No es que aquí lo haga mal, es tan solo que la película no es buena, sin más. Dudo mucho que haya alguien que prefiera ver este rellena catálogos del nivel o por debajo de Mentiroso Compulsivo, antes que ver Ace Ventura o Yo, Yo Mismo e Irene.
Para colmo, la película está demasiado contextualizada, y dentro de unos años ni siquiera tendrá valor como crítica al sistema capitalista de la que parece beber en algunos momentos (quizá más por suerte que por intención).

Dick y Jane como mucho conseguirá despertar una sonrisa de vez en cuando, pero nunca llega a perder ese tono familiar tan nefasto que hace la película tan mediocre. Jim Carrey está muy lejos de su óptimo interpretativo, aunque todo sea culpa del personaje que no da para mucho más, ya que las dotes interpretativas de Jim Carrey han quedado demostradas a lo largo del tiempo, así como su versatilidad. Téa Leoni está adecuada, pero no deja de ser un mero complemento como suele pasar en todas las parejas rubias que se asocian con Jim Carrey en cada una de sus películas.

Desde el primer minuto la película no tiene ningun aliciente, solo la esperanza de ver algun gran momento de su protagonista, cosa que nunca llega. Absolutamente olvidable, tanto para los fanáticos del actor como para los que busquen una comedia sin más. Por fortuna su duración no es muy extensa y no se hace todo lo sufrible que podría llegar a haber sido.