Svankmajer es uno de esos directores amor-odio que me interesan mucho. Uno de los reyes del stop motion que me ha plantado cosas tan detestables como Los Conspiradores del Placer y a la vez cosas tan interesantes como esta recreación de Alicia en el País de las Maravillas.

El director checo nos muestra con un punto surrealista y dando rienda suelta a su espectacular stop motion una versión muy creepy del clásico de Carroll. Su ritmo de narración es pausado y apagado y a la misma vez intenso, consiguiendo una sensación incluso de agobio en varias escenas. La ausencia de banda sonora de ambientación y esa voz de Kristyna Kohoutová ejerciendo de narradora elevan esa sensación de desasosiego tan presente a lo largo de su casi media hora.

Probablemente la mejor película del director, o como mínimo esa película que le enseñarías a alguien que quiere conocer su cine.