Sobria primera película en el largometraje de Jaime Marqués Olarreaga, muy seria en sus planteamientos, nada complaciente con el espectador y con una narración poco convencional que mereció el Premio Especial del Jurado en el último Festival de cine Español de Málaga.
Marqués domina el arte del guión, logrando plasmar de forma muy personal una dura, triste, violenta, historia de búsqueda de identidad de una persona solitaria que intenta la consecución de sueño: encontrar a su madre y, digo yo, poder vivir con ella feliz el resto de su existencia.
En el camino se dará cuenta, si es que no lo sabía ya, de que la vida es una jungla donde nadie da nada por nada y donde cada cual se las debe entender como pueda para sobrevivir.
Pocos pero buenos diálogos, excelentes interpretaciones, con un, otra vez tras "Cabeza de perro", contenido Juan José Ballesta y una María Valverde que llena la pantalla con su especial rostro.
Concisa narración que juega constantemente con la luz y los espacios, así como con el sonido y la música.
Todo ello hace que "Ladrones" quede como un muy, muy serio trabajo, alejado de lo acostumbrado en el cine español, que no tiene bajadas ni de ritmo ni de intensidad dramática, yendo con facilidad de los divertidos apuntes costumbristas y los chispeantes diálogos entre los dos protagonistas, hasta un final ciertamente previsible pero no por ello menos contundente.
Ello no resta interés a esta buena primera película de Jaime Marqués, que comienza fuerte en el panorama español. Seguiremos su carrera, pues parece merecerá mucho la pena.