No es fácil soltar una serie cuando inicia atrapando la atención. Menos si el vuelo del guión y la construcción de los personajes son minuciosos...al principio. Así que no se suelta uno. Aunque aparezcan algunos deslices de guión o rellenos de argumento.
Pero The Fall puede dejar caer al espectador desde una buena altura inicial. Y eso, sin duda, puede ser una de las mayores frustraciones para un cinéfilo.

Un vuelo inicial prometedor: el frío, implacable y escalofriante asesino. Su agradable entorno familiar. Su edificante trabajo diario. Y su modus operandi criminal. Y, por otro lado, la detective a cargo: Gillian Anderson. Al inicio, concentrada, perspicaz, intuitiva. Para luego, súbitamente, sin pizca de perspicacia ni de intuición, poner todo el caso en riesgo...por un arrebato sexual. Su premisa? Mujer (sujeto) folla a hombre (objeto). Y como cada loco con su tema, se puede seguir al próximo capítulo. Hasta que...
De nuevo, la organizada, intuitiva, inteligentísima detective a cargo...casi se carga el caso por... otro arrebato sexual! Esta vez, una apetencia lésbica (Repito, cada quién con su tema).
Tan genial que es el recurso sexual en la cinematografía. Excepción: cuando una serie que aspira a todas luces al vanguardismo feminista incurre en tamaña torpeza: la de desdibujar, no tanto al personaje (el ser humano será contradictorio), sino que en detrimento de el hilo dramático del guión... justo, pero justo cuando se está bien encaminado en la investigación, justo cuando se requiere que el personaje al menos alcance un porcentaje de la eficacia del asesino, justo allí, se vuelve a poner en riesgo todo el caso...por otro arrebato sexual de Gillian.

Así que, temiendo continuar en esa cuerda floja (incoherente, nada realista) de un personaje central que se desconcentra del caso (como si se tratara de otra película) para casi dar al traste con todo (hilo conductor), justo en el momento en el que casi todo el mundo, los personajes (y la audiencia,claro) se enfocan en los últimos giros dramáticos... y temiendo más aún, que Gillian tenga éxito a pesar de tal incoherencia, seguramente más de un espectador se habrá dejado caer de la gran altura inicial de The Fall. Y pasar a buscar otra serie que no sea interrumpida por campaña ideológica alguna.