Un "Spaguetti" mucho más estilizado y académico que los inmediatamente anteriores de Fidani. Además de no tener absolutamente nada que ver en términos de calidad con el espantoso bodrio que con un título muy parecido ocupa el siguiente lugar en su filmografía.

Lo cierto es que tal vez por la presencia de un Fabio Testi que ya empezaba a ser alguien, se nota que aquí hubo cierto presupuesto y, sobre todo, un cuidado en la puesta en escena y un mimo del plano que sorprenden si se conocen otros trabajos del director que algunos han considerado "el Ed Wood del 'spaguetti' ".

Y no solo hay un mucho mayor empaque técnico en el filme y en el diseño de producción, sino una atención a la construcción de la historia a través del guión mucho mayor que en otros filmes del género, y en especial en los de este director, en los que no siempre existe.

Aquí hay diálogos y hay personajes con cierta entidad, aunque a estas alturas de la saga Sartana, con muchísimos brotes espúreos, dicho nombre no fuese más que una marca comercial. Y el filme tiene un corte reposado, casi clásico, empezando por el buen uso de los 'flasbacks' para introducirnos en la trama. Y por una secuencias iniciales, las de la llegada de Sartana al pueblo, particularmente brillantes.

El trabajo interpretativo del duo protagonista conformado por Betts y Testi es asimismo muy bueno. Están estupendamente caracterizados, nos los creemos. Y se percibe entre ellos la química que la historia requería y en la que el tema de la suplantación de identidad parece asimismo un claro homenaje a "El Hombre que mató a Liberty Valance" (John Ford, 1962).

Es de destacar asimismo la presencia de nuestra Nuria Torray en un pequeño papel como la mexicana Dolores.

La presencia del viento, aunque sea un tópico del género, en las secuencias de apertura y cierre es asimismo notable