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Spain Spain · Barcelona - Santa Cruz de Tenerife
Beatlespock rating:
7
Comedy Town villain Morgan has his sights set on taking over Judy's sanitarium and turning it into a casino. Aiding Judy in saving the sanitarium are Dr. Hugo Hackenbush, a horse doctor illegally employed as the sanitarium director; Tony, a helper at the sanitarium; and Stuffy, a jockey formerly employed by Morgan. Judy's boyfriend, Gil, a singer, has invested all his money in Hi Hat, a race horse he hopes will win enough to pay off the ... [+]
Language of the review:
  • es
December 23, 2011
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Los Marx forman parte de mi código genético, y por tanto, he de asumir que las mutaciones genéticas son mucho más frecuentes de lo que los científicos están dispuestos a asegurar. Me tengo que remontar otra vez a mi adolescencia, en la que recuerdo que cualquier momento era bueno para disfrutar de unos minutos de compañía de los tres o cuatro locos Marx. Especialmente tengo en mi memoria el verano del 87. Íbamos a pasar toda la familia unos días a la isla del Hierro, sí, la que, en los momentos de redactarse esta crítica, es noticia nacional por la erupción de uno o dos volcanes. El histórico ferry "Ciudad de La Laguna" (ahora embarrancado en las costas del Sáhara, en Tarfaya, con el nombre de "Assalama") salía casi de medianoche del puerto de Santa Cruz de Tenerife, y mientras se ultimaban los preparativos en casa después de cenar, estuvimos diciéndoles un "hasta luego" a los Hermanos Marx desternillándonos con la escena del carrito de los helados con un vídeo VHS puesto en la consola de la sala de estar. Luego, en la pequeña isla de 278 km2, para matar el tiempo en las horas de descanso en la que no jugábamos al ajedrez o cartas mi hermano o yo, nos poníamos a imitar a los Marx. Sin duda, código genético inducido en aquellas vacaciones puras sin preocupaciones.

Por primera vez en su carrera, los Marx habían sido producidos en la dupla gloriosa "Sopa de ganso" y "Una noche en la ópera", pero, aunque "un día en las carreras" es una especie de continuación de la anterior, es la primera película delos Marx que no supone un paso adelante en irreverencia ni locura. Se advierten algunos signos de que el manantial inagotable de gags empezaba a borbotear con menos fruición, quizás debido a la repentina muerte de Tahlberg, el guinosta-director que sacó lo mejor del terceto. Con todo, "Un día en las carreras"es una película de humor admirable, en la que disfrutamos de escenas clásicas en la historia del cine como la del carrito de los helados, el reconocimiento médico y la brutal y antológica conversación telefónica a tres o cuatro bandas de Groucho con Whitmore. La repetitiva presencia de Allan Jones (el Ricardo Baroni de Una noche en la ópera) no hace demasiado bien y algunos números musicales están metidos con un calzador del siete, lo que quita ritmo y continuidad a la acción.

Como reseña histórico-musical, hay que acordarse de que el cuarteto británico de rock Queen, liderado por el incomparable Freddie Mercury, volvió a tomar un título de película de los Marx para dar nombre a un LP exitoso: "A day at the races". El contenido musical, desde luego, no recordaba mucho a los Marx, pero sí contenía elementos de vodevil que seguramente hubiesen encantado a Groucho, que sabía tocar la guitarra.
SPOILER ALERT: The rest of this review may contain important storyline details. View all
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