Cada vez son más las personas que pueblan este planeta, y nunca antes se ha tenido tanta diversidad de medios de comunicación (Internet, el teléfono, la televisión, etc). Además la globalización es un hecho real y que ya se ha convertido en algo cotidiano, también es cierto que cuando vamos a trabajar, estudiar, o simplemente a dar un paseo o comprar a un centro comercial nos cruzamos con cientos de personas por la calle, en el metro, en el autobús, etc, pero... ¿quién no se ha sentido alguna vez completamente solo en estas situaciones a pesar de estar completamente rodeado de personas y disponer de infinidad de medios para comunicarse?, ¿quién no ha expresado sus sentimientos alguna vez y se ha sentido ignorado por el resto del mundo o quién no los ha expresado por miedo a no ser escuchado?. A mi parecer, a todas las personas les ha ocurrido esto alguna vez, y precisamente todo esto y mucho más es lo que se cuenta de otra manera en esta maravillosa película (que a mi juicio ha sido muy maltratada en los premios Oscar del 25-2-2007) a través de una serie de personajes que viven en distintos continentes pero que debido a un trágico accidente sus historias entran en conexión sin que en ningún momento ninguno de ellos se conozcan.

La incomunicación entre las personas está patente en toda la película, al igual que la sensación que sienten al verse solos y no entendidos ante el resto del mundo. A través de una serie de escenas magníficamente logradas (la escena de la discoteca en Japón, la del marido cuando es abandonado por el autobús debido a la incomprensión del resto de pasajeros, etc), podemos observar la impotencia que sienten los personajes, al igual que sus esfuerzos por ser comprendidos en un mundo que se comporta de una forma extremadamente cruel e incomprensible con ellos.

En cuanto a las actuaciones añadir que aunque no es uno de mis actores preferidos en está película Brad Pitt borda el papel que interpreta, al igual que el resto del reparto.

Todo esto anterior nos da como resultado una película de más de dos horas de duración que terminan haciéndose cortas y en las cuales se nos muestran dos de los mayores males de está sociedad en la que vivimos: La incomunicación y la incomprensión. Y el posible efecto de ambas en el ser humano.