Lenta, con pocos matices positivos transcurre esta película alrededor de una acusación de una joven a quien señalan como la autora del asesinato de su mejor amiga. Hay situaciones y hechos que están en todas las películas de este género, ademas tiene un problema ya que cuando uno ve esta clase de film comienza a preguntarse como fue, que sucedió, etc, etc, el tema está en que cuando termina las eternas dos horas del film esas preguntas siguen estando con muy pocas contestaciones de parte de un guión totalmente endeble. Dentro de los actores encontramos a Lali Espósito devenida en actriz a quien le dijeron que tenia que poner cara triste y así lo hizo en toda la película, inclusive en las pocas partes en donde debe expresar algún tipo de felicidad,también dentro de la misma medianía se desenvuelven Inés Estévez y un histérico Leonardo Sbaraglia. Sólo se salva actuando correctamente como lo hizo en Betibú y en la fabulosa Luna de Avellaneda, Daniel Fanego encarnando al abogado defensor de la joven. Película que uno si no la ve no pierde absolutamente nada.