Como su título en inglés nos sugiere, Garden State narra la historia de un chico perdido en el mundo que es incapaz de reaccionar ante nada, lo más parecido al estado vegetal.

La vuelta a su pueblo natal, y la película en sí, es la travesía donde intenta reconciliarse con lo que es y lo que fue.

El film tiene el color y movimiento de las películas de tipo sensible pero a la vez ligeramente extravagantes que en esta última década se vienen haciendo. Lo cual para mí no es malo sino, todo lo contario, muy bueno.

A mí, que me gusta la mezcla de la música en el cine, en esta, sobre todo al principio, hay una buen montón de canciones (conocidas muchas, por cierto). A veces se podría pensar que están un poco metidas con calzador. Pero ya digo, a mí eso me gusta.

Quizás al guión le falte un poco de caída, un poquito más de densidad, pero tampoco se echa excesivamente en falta. Ya que, tengo la sensación, de que esas lagunas en la historia se le dejan al propio espectador. Son guiños, intuiciones... los que ocupan esos huecos.



En fin, lo importante de un película es el sabor que a uno le deja y el de ésta fue muy bueno.