Un filme para ver una y otra vez, cuenta con interpretaciones que merecen ser resaltadas. El debut de Natalie Portman fue todo un éxito, al punto en que me atrevo a pensar que disparó totalmente su carrera. Junto con Jean Reno y Gary Oldman, que ya tenían un recorrido se completa un trio dinámico que hace capaz este excelente filme.

Este filme posee una particularidad que lo diferencia de los demás de su tipo, porque trata de una dualidad. Por un lado nos muestra a Matilda (Natalie Portman), una niña que a pesar de conservar en esencia las cualidades y la inocencia de alguien de su edad, debido a un suceso trágico se llena de ganas de vengarse y está decidida a lograr su cometido de la forma que sea; y por el otro lado nos muestra a León (Jean Reno), quien es sanguinario y despiadado pero a su vez es alguien con poco bagaje cultural y conocimientos básicos, llevándolo a conformarse con lo que tiene, lo cual lo hace ver de cierto modo alguien vulnerable.