"The Haunting In Connecticut" sigue, sin intención alguna de innovación, todos y cada uno de los clichés del mal cine de terror de nuestra era, aquel que en su mayoría está infectado de una insultante abundancia de efectismos y trucos que si bien su intención es la de asustar, lo único que logran es poner en evidencia las absolutas carencias que sufren los creadores de estas películas. Esta cinta no sólo cae en eso, sino también en que todo está puesto en pantalla de una forma burda y chabacana, intentándose apoyar en unos actores que en su mayoría están fatal, sólo salvando el esfuerzo interpretativo de Virginia Madsen, único atractivo de la función.

Supuestamente basada en hechos reales, el guión cae en cada uno de los tópicos de las películas de "casas encantadas", poblando al film de escenas auténticamente falsas y carentes de emoción, evidenciando unas claras intenciones de realizar un rápido producto de consumo rápido, que tanto daño están haciendo. El director también tiene la desfachatez de mostrar algún guiño a clásicos del género, que no hace más que potenciar la sensación de impotencia que uno siente al ver en lo que se ha convertido el género en los últimos años.

No más productos como este, por favor.