"The film which you are about to see is an account of the tragedy which befell a group of five youths, in particular Sally Hardesty and her invalid brother, Franklin. It is all the more tragic in that they were young. But, had they lived very, very long lives, they could not have expected nor would they have wished to see as much of the mad and macabre as they were to see that day. For them an idyllic summer afternoon drive became a nightmare. The events of that day were to lead to the discovery of one of the most bizarre crimes in the annals of American history, The Texas Chain Saw Massacre. "

Con estas palabras, que con una voz tenue pronuncia John Larroquette, comienza una de las experiencias cinematográficas más aterradoras, escalofriantes e impresionantes que un servidor ha podido vivir.

Y es que la escasa hora y media que dura el film, es de auténtico terror. Con un presupuesto de chiste, Tobe Hooper construye una auténtica atmósfera de horror, en base a una sucia fotografía, chirriantes ruidos, una puesta en escena simplista pero efectiva. Todo ello hace que la atmósfera que se respira sea totalmente angustiosa, llevándonos directamente a esa Texas calurosa, axfisiante, sucia y maloliente. Y es que esa atmósfera, apoyada en una formidable fotografía sofocante, es uno de los hitos del film, que nadie ha podido igualar.

La trama no puede ser más sencilla, pero la simplicidad de la misma ayuda aún más a inmiscuirnos en el viaje que propone Hooper, un camino sin retorno a la maldad humana, al terror mugriento. Porque viendo el film todos nos convertimos en Marylin Burns (excepcional interpretación) ante el espectáculo dantesco que visionamos.

"The Texas Chainsaw Massacre", es sin duda alguna, la mejor película de terror de todos los tiempos.