Si alguien en 1993 vio esta película y no sabía quien era Leonardo Dicaprio, estoy segura de que tendría serias dudas sobre si de verdad era un actor interpretando o de si realmente tenía discapacidad. Yo estoy segura que me lo hubiera creído. Sobra decir nada sobre su actuación porque no hace falta más que verlo, por algo fue nominado al Oscar ese año, muy merecido. Su actuación, principalmente, es por lo que es y será recordada esta cinta. Johnny Depp se sale de su rol habitual, y está bien, su personaje no tiene tantas oportunidades de lucirse y en ocasiones su actuación queda opacada por la Dicaprio. Juliette Lewis correcta también, acorde a lo que pide su personaje.

La historia narra la rutinaria vida de Gilbert Grape, Arnie, sus hermanas y su madre, quien padece una profunda depresión (te produce verdadera pena su situación y como la gente se ríe de ella) en un pueblo rural de los EEUU, sin muchas oportunidades, en el que luchan por seguir adelante, no teniendo las circunstancias más favorables y sin grandes expectativas en el futuro. Esto muchas veces, al igual que en la vida real, da lugar a grandes situaciones de tensión, de peleas familiares, pero la unión de cada uno de ellos es un pilar fundamental de la familia, que hace que salga adelante.

Visualmente es agradable de ver y a la vez deprimente por todo lo que le rodea. La historia está bien desarrollada (en algún momento se hace un poco lenta, pero enseguida retoma el ritmo). El guión fue escrito por el mismo autor de la novela en la que está basada (Peter Hedges). En general me parece una muy buena película.

Totalmente recomendable.