Dentro de la sección Perlak del Festival de Cine de San Sebastián, con el marco incomparable del Teatro Victoria Eugenia de la capital donostiarra y a primera hora de la mañana, pude presenciar la adaptación al cine que ha hecho el director barcelonés Oriol Paulo de la maravillosa novela homónima que Torcuato Luca de Tena publicó allá por el año 1979.

Alice, con la intención de aclarar un asesinato dentro de un hospital psiquiátrico, se hace pasar por paciente para recabar de primera mano las pruebas que pueda encontrar. Una vez dentro, su mundo se tambaleará, haciéndole dudar de su propia cordura.

Siempre sucede (y esta vez no podía ser de otra manera) que, cuando aparece la adaptación de un libro que he disfrutado mucho (como es este caso), y decido finalmente verla, después de muchas dudas, el mundo que recrea la película rara vez alcanza lo se había creado en mi cabeza durante la lectura.

La historia nos adentra en el asombroso mundo que habita en la cabeza de Alice Gould, con multitud de giros, jugando con lo que vemos y la evidencia de los hechos. Su aire hitchcockiano y una Bárbara Lennie colosal, cuya sola presencia hace ganar enteros cualquier proyecto, le dan cierto atractivo a la cinta. Sin embargo, me parece que la trama da muchas vueltas para no avanzar mucho, dejándome una sensación de mareo en su parte final, lo que, añadido a su excesiva duración, hizo que terminara por desengancharme.

En definitiva, una película bien producida que se disfrutará más si no se ha leído la novela original.

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