El director Peter Jackson alcanzó un nivel muy alto con la trilogía de El Señor de los Anillos. Los que amamos los libros de Tolkien y la película nos quedamos con las ganas de ver llevada al cine El Hobbit, punto de partida de la historia de Frodo y sus amigos medianos. El Hobbit quedó en ascuas y Jackson se aventura en una remake de King Kong. Un poco fundido de tantos remakes (La Guerra de los Mundos, The Ring 1 y 2, Dark Water, entre otras) llegamos a esperar con la nueva King Kong.
Luego de ver la película me quedó un gran vacío en el estómago. A mi juicio, a jackson se le pasó la mano. Una palabra resume al film: despilfarro. Despilfarro de dinero, de tiempo, de escenas, de efectos, de todo. Y para variar tuve que sentarme a ver cómo Kong patinaba sobre el hielo.
La relación entre la bella Naomi Watts con el enorme gorila fue interesante, más interesante se nos hace si tratamos de adivinar qué pensaría Freud al respecto, hay que adivinar?
Creo que Jackson, y sonará extraño cómo lo digo, pero pudo hacer menos para darnos una gran película. Espero que si reinicia el proyecto de El Hobbit, King Kong haya quedado en el olvido. Una película que no supera a la exqisita de 1933.