Pocas o ninguna película de corte bélico consiguen transmitir las sensaciones que transmite, ciudad de vida y muerte. Este film de confección cinematográfica excelente, con sus escenas bélicas a nivel igual o superior a cualquiera con la que se compare, tiene su fuerza ,en la capacidad que tiene de helarte el corazón, una vez tras otra, poniendo al espectador en un estado de shock permanente, una desazón, y una mezcla de sentimientos que se deben experimentar por uno mismo(difícil describirlo)Saber que es un hecho real, golpea aun mas fuerte en la conciencia, llevando a cualquier mente bienpensante a aborrecer y detestar desde lo mas hondo de su alma a todo lo relacionado con las guerras y el mundo militar.
Tras la visión del film, y tras empezar a recuperarse uno del shock, he sentido un profundo agradecimiento al director por el último minuto de la película, que le devuelve al espectador la esperanza, que le ha sido robada durante la película. Esperanza en la capacidad de corrección del ser humano. De que los errores del pasado, deben servir para construir un mejor futuro. De que ser idealista es una necesidad humana, qué es necesaria a su vez. Que toda la crueldad de la que es capaz un ser humano, tiene su respuesta en la fuerza de resistirla en otro, o en toda la generosidad que tiene otro. No quiero extenderme mas, aunque podría. Recomiendo totalmente su visión, deja huella.