Este filme comienza, trasladándonos a los Ángeles en el día de fin de año, a un piso en el cual vive Wilson un joven de veintitantos, junto a un amigo y la novia de este. El compañero de piso le incita a buscar pareja por Internet y este accede.
La historia se desarrolla en los Ángeles, y esta rodada en blanco y negro, lo que hace un efecto en el rostro de los personajes de una luminosidad impagable (sobre todo el de Sara Simmonds), también le sienta muy bien este claroscuro a la ciudad.
El guión es extraordinario, nos crea unos personajes de los cuales sentimos el dolor, la falta de cariño y lo solas que se encuentran. También el amor lo trata de un modo sin prejuicios en el que cada personaje lo concibe, lo expresa y lo vive a su manera.
Esta comedia tragicómica, (ya que hay situaciones de humor, pero también los personajes sufren lo suyo) nos evoca a (la insuperable) Manhattan de woody Allen, no por la estética, elaboración, elección, y filmación de los planos, todo más talentoso en Manhattan, pero si es verdad que logra por momentos que la ciudad de los Ángeles, adquiera personalidad, y nos la muestra sola, taciturna, abatida, triste, en paralelismo con sus personajes.
Las actuaciones de los tres personajes principales soberbias, exhalan humor, tristeza, ternura, veracidad, credibilidad y química lo que los hace entrañables.
Por último decir que tiene momentos de química, a la altura de los Antes de...de Linklater, sin llegar a la altura general de esta. En fin una joyita, y una prueba de que con un bajo presupuesto, se puede hacer un gran cine de calidad, claro imprescindible un buen trabajo de actores y un gran guión.

Lo mejor: El principio desternillante, y un final de una gran calidad emocional.
Lo peor: Que no se hagan más películas como esta.