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Al Swearengen rating:
1
Drama The most internationally renowned South Korean filmmaker, Kim Ki-duk, has shot his latest film entirely in Europe, His camera follows the bizarre, disturbing journey of a young Korean girl who comes to Europe to search for someone she has to follow to Venice and Avignon. A mysterious character who hides behind a gas mask follows her everywhere and harasses her all the time.
Language of the review:
  • es
March 31, 2012
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Íbamos el usuario Campillo y yo al teatro de San Sebastian donde se proyectaba la peli durante el festival de cine, sin ser conscientes de lo que nos íbamos a encontrar. Cuando empezó la peli, ya era muy tarde para dar marcha atrás, estábamos atrapados.
Para empezar, una tía con un ojo en Cuenca y otro en Pekín, que habla menos y es menos expresiva que Schwarzenegger en Terminator, que sólo grita y llora como una cría de 6 años. Un director con un ego tan grande que no sería capaz de tragárselo ni un agujero negro, que parece mover la cámara con la punta del pito (perdón por la expresión), y un sonido peor que el de un zoo en llamas y el de una pista de aeorpuerto juntos. Y un argumento que hace que todos los que alguna vez hemos soñado con escribir una historia o grabar algo nos queramos cortar las venas al ver lo que algunos son capaces de hacer por capricho.
Cuando la peli se acabó, teníamos dos filas delante nuestro a Álex de la Iglesia, Frances McDormand y compañía. Al pedirles una foto, McDormand me envío amáblemente a tomar por saco después de haberse tenído que tragar como presidenta de un jurado la mayor M**RD* del año, la década, y ya puesto del siglo y la historia. De la Iglesia, por suerto, me mandó a tomar por culo después de hacerle una foto. Y es que todo el mundo que salío de la sala estaba traumatizado. En el servicio de caballeros, sólo hubo mutuas alabanzas entre todos los espectadores por haber aguantado despiertos, sentados en la butaca y con los ojos abiertos hora y media y por ser suficientemente educados como para no ir a reclamar que nos devolvieran el dinero o ir a machacar a Kim Ki-duk en la sala de prensa posterior al pase de la peli.
Menos mal que no le dieron ningún premio, de ser así, Campillo y yo hubiesemos entrado en un estado de shock y en un coma irreversible del que no nos hubieran despertado ni aunque nos hubiesen abierto los ojos y nos hubieran puesto delante a Scorsese y DeNiro en persona.
Para colmo, mientras paseábamos por San Sebastian esa misma tarde, vimos a la actriz prota cerca de unos acantilados de la playa, y sabe Dios que a punto estuvimos de tirarla al mar.
Sé que me estoy pasando tres pueblos, pero por favor, entiendan lo que les digo, y no vean la peli. Yo desde que la vi sólo pienso en que Corea del Norte debería lanzar uno de sus miles de misiles sólo contra el ego de Kim Ki-duk y acabara pidiendo disculpas por lo que ha hecho.
Al Swearengen
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