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Sr Mandarina rating:
8
7.2
1,599
Documentary
An exploration of technologically developing nations and the effect the transition to Western-style modernization has had on them.
Language of the review:
- es
September 18, 2016
2 of 2 users found this review helpful
Godfrey Reggio materializa lo que se dice del lenguaje, que abarca más allá que las palabras. Aquí sobran. Conecta plano tras plano mediante un hilo argumental visual tenaz, y lo refuerza con las costuras del sonido. Lo que personalmente me impresiona, es el uso de las imágenes.
El primer documental de la serie, focalizado más en el contraste naturaleza-civilización, me fascina por igual, pero en este caso, ahonda en mis pensamientos más profundos cuando muestra las miradas, los gestos, las sonrisas de tantas personas, todas ellas protagonistas de esta historia. Consigue presentárnoslas como individuos, y no como masa, un mérito incluso para el cine de hace tres décadas, no?
Cuando viajo, observo. Observo los observadores. Y este documental es un mensaje íntimo, casi telepático, de observador a observador. Reconoce las preguntas que surgen en la mente del que observa, sean cuales sean, y las deja manar en todas direcciones, cabal caótico de ideas que no siempre se convierten en preguntas, pero que me hacen vibrar. Gracias a Powaqqatsi, he visto cosas que no vería en cualquier documental, que suelen tener otro enfoque, he visto las cosas en las que me fijaría al viajar. E, insisto en el viajar, porque también es un mensaje al mundo, al mundo rico, claro, el que puede bajarse una película en una hora y verla en la bañera un domingo por la tarde. La diferencia entre seres humanos es, después de observar estas miradas, inexistente en esencia pero vertiginosa en circunstancias.
El primer documental de la serie, focalizado más en el contraste naturaleza-civilización, me fascina por igual, pero en este caso, ahonda en mis pensamientos más profundos cuando muestra las miradas, los gestos, las sonrisas de tantas personas, todas ellas protagonistas de esta historia. Consigue presentárnoslas como individuos, y no como masa, un mérito incluso para el cine de hace tres décadas, no?
Cuando viajo, observo. Observo los observadores. Y este documental es un mensaje íntimo, casi telepático, de observador a observador. Reconoce las preguntas que surgen en la mente del que observa, sean cuales sean, y las deja manar en todas direcciones, cabal caótico de ideas que no siempre se convierten en preguntas, pero que me hacen vibrar. Gracias a Powaqqatsi, he visto cosas que no vería en cualquier documental, que suelen tener otro enfoque, he visto las cosas en las que me fijaría al viajar. E, insisto en el viajar, porque también es un mensaje al mundo, al mundo rico, claro, el que puede bajarse una película en una hora y verla en la bañera un domingo por la tarde. La diferencia entre seres humanos es, después de observar estas miradas, inexistente en esencia pero vertiginosa en circunstancias.
SPOILER ALERT: The rest of this review may contain important storyline details.
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Spoiler:
Cuando viajo no busco tanto la naturaleza, sino lo que el humano hace en ella. Agicultura, ramadería, pesca, minería... trabajo, al fin y al cabo. Manual, por descontado. De ahí venimos todos. Sobre todo de las tradiciones y rituales, también presentes aquí. Una señora de 70 años maquillada, decorada de arriba a bajo para la ocasión festiva. La indumentaria más llamativa de todas, fuera de lugar en cualquier lugar excepto aquí. Y ella, seria. ¿Quién es? ¿Quién hubiera sido, aquí? ¿Alguien más a parte de la vecina que baja a comprar el pan y luego a dar un paseo? ¿Qué somos nosotros, al fin y al cabo, sin rituales, sin tradiciones reales, sin cultura? Somos masa. Para luchar contra ello, mi ritual semanal se convertirá en una película cada domingo por la tarde, desde la bañera. Y la indumentaria, ya se verá.