William Castle produjo "La Semilla Del Diablo" (1968), una de las mejores películas (sino la mejor) de Roman Polanski, en la que el director franco-polaco adaptó magistralmente la novela de Ira Levin, mostrando un talento extraordinario a la hora de enrarecer la atmósfera obsesiva que envuelve la rutina diaria de una mujer de aspecto frágil y carácter endeble.

Polanski crea un relato de naturaleza satánica caracterizado por un ritmo adecuado que en ningún momento permite el exceso que banalice o disminuya el poder atmosférico de la historia, consiguiendo una excelente recreación de ambientes y una óptima definición de personajes, sabiendo de igual modo evitar la dilación y el subrayado que acabarían por aletargar la narración.

La mirada de Polanski es pausada pero incisiva, penetrante en la representación de la angustia y la desazón de un personaje central sensacionalmente interpretado por Mia Farrow.

En el resto del elenco destaca una impresionante Ruth Gordon, escritora y guionista junto a su marido Garson Kanin que conseguiría el Oscar a la mejor actriz de reparto por este inolvidable papel.
También llaman la atención positivamente dos veteranas e insignes presencias secundarias del cine clásico como Ralph Bellamy y Elisha Cook Jr.