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Spain Spain · A Coruña
BartonKeyes rating:
8
Mystery. Drama Josef K wakes up in the morning and finds the police in his room. They tell him that he is on trial but nobody tells him what he is accused of. In order to find out about the reason of this accusation and to protest his innocence, he tries to look behind the facade of the judicial system. But since this remains fruitless, there seems to be no chance for him to escape from this Kafkaesque nightmare.
Language of the review:
  • es
February 8, 2023
8 of 8 users found this review helpful
Las tristes notas del Adagio de Albinoni sirven de hermoso fondo musical para el comienzo de esta pesadillesca visión cinematográfica a cargo de Orson Welles de la famosa novela "El Proceso" de Franz Kafka.

Welles hace gala de una barroca imaginería para ubicar al protagonista Joseph K en un acentuado ambiente opresivo, una irrespirable atmósfera a la que se ve abocado arbitrariamente de la noche a la mañana.

En esta súbita y surrealista situación, un confundido Joseph K (magistralmente interpretado por Anthony Perkins) entra en contra de su voluntad en un laberinto judicial poblado de extraños seres de muy diferente condición, significados por actitudes absurdas, corruptas y desordenadas que conducen a la humillación y a la locura.

La película, al igual que la novela, arremete contra los vericuetos del sistema judicial y contra el avasallamiento que padece el indefenso individuo ante la burocrática maquinaria de poder.

Welles saca a relucir su abigarrado y tan particular universo visual mediante enfatizantes contrapicados de rostros inquisidores envueltos en sombras, recorridos por pasillos estrechos que incrementan la sensación claustrofóbica, planos medios y cortos con visionado de techos contrastados con otros más amplios y generales, en los que vemos al personaje central en espacios físicos deshumanizados a pesar de estar repletos de gente.

También vemos a Perkins en escenarios vacíos, solitarios, caminando junto a enormes columnas o golpeando desesperadamente gigantescas puertas, imágenes que realzan de manera impresionante la incomunicación y la pequeñez de la víctima ante los tiránicos mecanismos de un sistema putrefacto.

Acompañando a Perkins en su caótica experiencia figuran nombres como el propio Orson Welles dando vida a un corrupto abogado, Akim Tamiroff como su ultrajado cliente, o importantes presencias femeninas del cine europeo como Jean Moreau, Elsa Martinelli o una fabulosa Romy Schneider ejerciendo de amante de los clientes del abogado Welles.

No es "Ciudadano Kane" ni "Sed De Mal", pero desde luego esta película es un notable título a reivindicar dentro de la obra de este genio apabullante, uno de los creadores más revolucionarios e innovadores que ha dado el cine.
BartonKeyes
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