Cuando vi que Ben Affleck había dirigido una película y que tenía más de un 7 en FA, me tuve que pellizcar un poco para saber si estaba durmiendo. No tengo nada en contra del bueno de Affleck, no es un mal actor y me gustan sus actuaciones en películas como "El Indomable Will Hunting", aunque últimamente su Batman no me está convenciendo (quizás porque la sombra de Bale es muy grande). Pero hay algo que no me terminaba de cuadrad de que el estuviese en la silla de director.

En plenas revueltas en Irán en 1979, seis diplomáticos estadounidenses quedan atrapados, temiendo por sus vidas, en la embajada canadiense de Tehéran. La CIA pretende extraer a estas seis personas, por lo que recurre a un experto en ello: Tony Méndez (Ben Affleck). Así, Méndez piensa en un plan para extraerlos: hacerse pasar por un equipo de producción de una película.

La película empieza bastante bien, preparando la premisa para lo que va a ser una operación encubierta muy complicada y por momentos Ben Affleck toma bien las riendas. En la mención quedan la escena del aeropuerto o la de los mercados, dónde la tensión se puede cortar con un cuchillo. Al final, sabemos que todo va a salir bien, pero hace bien ese apartado.

Ahora, el guion me parece muy muy flojo. Para empezar, es la típica película patriótica que peca de hacer demasiado estúpidos a los iraníes. Hay momentos que se salen completamente del tono del drama que nos han situado (véase escena del jeep) y los personajes son en su gran mayoría, por no decir su totalidad, completamente olvidables.

"Argo" es un descenso de una obra que intenta ser un calco de la realidad a otro ejercicio de patriotismo más. Por desgracia para la industria del cine, a la academia le basta con que una película enseñe las suficientes banderas de los Estados Unidos para premiar con un Óscar a mejor película. Hay detalles de Affleck que en el futuro puede dar para más, pero no le hace ningún favor su guion.