Average rating
6.7
Ratings
1,758
Reviews
174
Lists
1
Movie recommendations
- Ratings by category
- Contact
- Social Networks
-
Share his/her profile
Migatoyyo rating:
5
5.0
4,098
Language of the review:
- es
July 11, 2009
5 of 6 users found this review helpful
Pese a contar con un reparto más que notable y un director de indudable oficio como es Colomo (el inefable creador de la ochentera comedia madrileña) la película se resiente de un deficiente guión con evidente falta de calidad en su texto. Las situaciones que originan la comocidad son acertadas, pero el texto en si mismo, su plasmación en un gag redondo, rara vez se produce.
Estamos en ante un filme coral, organizado a través de una estructura casi capitular que propicia la desigualdad de las historias. Sin embargo, los personajes y sus interpretes rezuman encanto en muchas fases (impresionante Rosa María Sardá, qué grande es esta señora), pero no acaban de conformarse en un conjuno homogéneo.
Sin embargo, hay momentos puntuales en los que la comedia funciona, en los que Colomo parece tomar las riendas de la situación y se produce ese milagro que es la risa; esos momentos, para uno justificaran la visión del filme, a otros nos parecen excasos y pensamos que se puede pedir más a nuestra industria cinematográfica.
Estamos en ante un filme coral, organizado a través de una estructura casi capitular que propicia la desigualdad de las historias. Sin embargo, los personajes y sus interpretes rezuman encanto en muchas fases (impresionante Rosa María Sardá, qué grande es esta señora), pero no acaban de conformarse en un conjuno homogéneo.
Sin embargo, hay momentos puntuales en los que la comedia funciona, en los que Colomo parece tomar las riendas de la situación y se produce ese milagro que es la risa; esos momentos, para uno justificaran la visión del filme, a otros nos parecen excasos y pensamos que se puede pedir más a nuestra industria cinematográfica.
SPOILER ALERT: The rest of this review may contain important storyline details.
View all
Spoiler:
La falta de calidad del texto se puede comprobar en el parlamento final de Rosa María Sardá que capta toda nuestra atención con su arrolladora personalidad, pero a la que el libreto no le responde quedando su monólogo como un chiste absurdo porque falla la última frase.