En los primeros noventa, cuando casi nadie tenia el Plus y la gran mayoria achinábamos los ojos para intentar cazar algo del porno que emitian, se puso de moda ésta birria con el pretexto de ser la ostia y el copón de lo erótico, bajo el baremo gore.

Recuerdo que, cuando la vi, hasta sentia estar haciendo algo prohibido y casi que pecaminoso. Un tal Miguelito (que espero el diablo le guarde una cuchara con su nombre), nos apiló en un tresillo mugriento a unos ocho jovenzuelos, bajo la única consigna de: "si os la quereis cascar, iros al váter". La cosa prometía, si.

Mi excitación era incomparable cuando la cinta VHS comenzó a vomitar su contenido. Y mas bien eso es lo que tuve ganas de hacer en el váter a lo poco de su reproducción.

Plástico evidente, látex del más barato, y un nulo conocimiento de las habilidades cinematográficas, son lo triste y miserable que pude contemplar. Un desengaño total, pese a los comentarios entusiastas del anfitrión, que según sus palabras ésta era la peli con la que más veces se la habia.....

Para qué contar más: ningún aspecto técnico o artístico merecen siquiera un comentario, de patéticos que son, los numerosos efectos especiales dan cosica y repelús de tan mal hechos, y en resumen solo cabe comentar este truño como una de tantas cacas sobrevaloradas, que en épocas pretéritas creiamos el no va más del desfase, pero que gracias a Dios el tiempo ha puesto en el lugar que merecia.

O sea, en el más puro y merecido olvido.