Un futuro distópico más propio de las películas de Terry Gilliam. Un Plutón donde la religión es un totalitarismo capitalista, donde la gente solo vive para trabajar a destajo y pagar impuestos cada vez más absurdos, creando deudas inasumibles y para toda la vida, como una condena. A ese Plutón llega el buen doctor y Leela, la chica salvaje. Conseguirán fomentar una rebelión, apoyados en una de las víctimas de este sistema social y de unos delincuentes bastante crueles y caníbales, que viven fuera del sistema, en los subterráneos.

Los personajes de la administración resultan fascinantes. Una mezcla entre edad media y futuro tecnológico. Recuerda en ocasiones a una versión mutada de "Robin Hood". Personajes caricaturescos y de diseño muy kirbyniano, en especial el villano verdoso, de voz horrible y extrañas cejas. Un alienígena que resulta ser una alga humanoide, un usuriano. Con el nombre ya sabemos que sistema económico practica su raza.
Un ciclo por lo demás bastante cruel, para los estándares del Doctor, en el que lanzarán al vacío a una muerte cierta a uno de los villanos, ante el regocijo del populacho.

Brillan, como siempre, el carisma de Tom Baker y una Leela cada vez más aposentada en su personaje. ¡Que buenos era la serie clásica y el cuarto doctor!