Cuesta mucho creer que sea una producción inglesa de 1940, porque en aquel entonces Londres estaba siendo masacrada a bombas nazis, y esta peli salió muy cara. El rodaje duró un año, y tuvo que acabarse en Estados Unidos. Esta auténtica joya del cine de aventuras y fantasía de todos los tiempos salió adelante a través de... ¡seis directores distintos! El rodaje fue un caos, en palabras de John Justin, el actor del rey destronado: ''Reinaba el caos. Tardamos un año en rodar la cinta, que llegó a costar un millón de dólares, pero que se convirtió en el mayor éxito desde la invención del pan.''

Con unos efectos especiales que tuvieron que impactar mucho en su época, y un colorido de esos que tanto echamos de menos algunos, 'El ladrón de Bagdad' es todo un cuento, de esos que caen en gracia. Si bien los personajes y la historia es un poco infantil e ingenua, a veces eso es lo que necesitamos: historias ingenuas, increíbles, que nos hagan soñar un poco. El mundo ya es bastante gris.

Lo mejor: A pesar de su época, es entretenida en todo momento, y con encanto. Influencia icónica en prácticamente todas las películas de fantasía oriental hechas desde entonces. Aquí está el ladronzuelo de Bagdad, el príncipe y la princesa, el malvado Jaffar, la alfombra voladora, el genio de la lámpara... y hasta Simbad el marino, que no pudo salir porque ese mismo día zarpaba a la mar. Y, ¡ey! Conrad Veidt es el Jaffar, ¿qué más se puede pedir?

Lo peor: la espectacularidad siempre queda obsoleta con el paso del tiempo, y esta peli es muy muy vieja. El inverosímil enamoramiento es literalmente de cuento, como el resto de la narración.

Pero esto es un cuento, una fantasía muy bien montada para que acabes la peli con una sonrisa de oreja a oreja. ¿Quién ha hablado de ''Aladdin''? A la mierda Disney, al menos aquí. ''El ladrón de Bagdad'' será la peli que les pondré a mis hijos.